Healey recalca que el país es “un aliado firme” de Israel y afirma que la medida deriva del “respeto al Estado de Israel”.
El ministro de Defensa de Reino Unido, John Healey, ha sostenido este martes que la suspensión de 30 permisos de venta de armas a Israel “no tendrá un impacto material” sobre la capacidad del país para defenderse y ha incidido en que Londres sigue siendo “una aliado firme” del país asiático.
Healey ha subrayado en una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC que la medida, anunciada el lunes por el titular de Exteriores británico, David Lammy, “no tendrá impacto material” sobre la capacidad de Israel de defenderse, en medio del conflicto desatado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
“Seguimos siendo un firme aliado de Israel”, ha remarcado, al tiempo que ha abundado en la “absoluta determinación” de Londres a la hora de “estar junto a Israel”. Así, ha reseñado que la decisión deriva del “respeto al Estado de Derecho” y ha defendido un alto el fuego en la Franja de Gaza para poner fin al conflicto.
Asimismo, ha defendido el momento en el que se ha realizado el anuncio, ante las críticas por haber llegado días después del hallazgo en Gaza de los cadáveres de seis secuestrados durante los ataques del 7 de octubre, y ha manifestado que es parte de “un proceso legal”.
“No es una decisión para satisfacer a ninguna de las partes”, ha argumentado. “Estamos en medio de un conflicto sangriento y brutal. Ningún día es un buen día”, ha reseñado, antes de especificar que habló el lunes con su homólogo israelí, Yoav Gallant, para trasladarle que Londres apoyará al país si es atacado.
En este sentido, ha reiterado que las licencias suspendidas afectan a armamento empleado “para fines ofensivos” y ha expresado su rechazo a un embargo total a la venta de armas al país, al tiempo que ha especificado que los componentes para los aviones de combate F-35 no están incluidos en la medida.
“Seguimos siendo un firme aliado de Israel”, ha remarcado, al tiempo que ha abundado en la “absoluta determinación” de Londres a la hora de “estar junto a Israel”. Así, ha reseñado que la decisión deriva del “respeto al Estado de Derecho” y ha defendido un alto el fuego en la Franja de Gaza para poner fin al conflicto.
Asimismo, ha defendido el momento en el que se ha realizado el anuncio, ante las críticas por haber llegado días después del hallazgo en Gaza de los cadáveres de seis secuestrados durante los ataques del 7 de octubre, y ha manifestado que es parte de “un proceso legal”.
“No es una decisión para satisfacer a ninguna de las partes”, ha argumentado. “Estamos en medio de un conflicto sangriento y brutal. Ningún día es un buen día”, ha reseñado, antes de especificar que habló el lunes con su homólogo israelí, Yoav Gallant, para trasladarle que Londres apoyará al país si es atacado.
En este sentido, ha reiterado que las licencias suspendidas afectan a armamento empleado “para fines ofensivos” y ha expresado su rechazo a un embargo total a la venta de armas al país, al tiempo que ha especificado que los componentes para los aviones de combate F-35 no están incluidos en la medida.
Las palabras de Healey han llegado horas después de que Gallant se mostrara “descorazonado” por la decisión de Reino Unido. “Esto llega en un momento en que luchamos una guerra en siete frentes diferentes, una guerra que fue lanzada por una organización terrorista salvaje, sin provocación”, dijo en su cuenta en la red social X.
Lammy arguyó el lunes durante su anuncio que la medida “no es un embargo de armas” como represalia a la ofensiva militar lanzada sobre la Franja de Gaza, al tiempo que sostuvo que en conflictos de este tipo Londres tiene la “obligación legal” de revisar caso por caso las licencias de armas que autoriza Londres.
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los citados ataques del 7 de octubre, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. La ofensiva deja hasta la fecha cerca de 40.800 palestinos muertos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, una cifra a la que se suman más de 660 muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o colonos.