Las FDI atacaron objetivos en el Líbano poco antes de que el grupo atacara a Israel para vengar la muerte de su principal comandante.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que el ataque preventivo de Israel contra los sitios de lanzamiento de Hezbolá en el sur del Líbano el domingo “no es el final de la historia”, y prometió más “golpes sorprendentes”.
El ejército israelí ha afirmado que llevó a cabo ataques preventivos contra la milicia con base en el Líbano tras concluir que un ataque de Hezbolá era inminente. Alrededor de 100 aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí, dirigidos por la inteligencia de las FDI, habrían destruido miles de lanzacohetes de Hezbolá en el sur del Líbano.
Posteriormente, el grupo paramilitar islámico disparó cientos de cohetes contra Israel para vengar la muerte de su máximo comandante, Fouad Shukr, quien murió en un ataque aéreo en Beirut el mes pasado.
“Lo que ocurrió hoy no es el final de la historia”, dijo Netanyahu en una reunión del gobierno el domingo.
“Estamos asestando a Hezbolá golpes sorprendentemente contundentes. Hace tres semanas eliminamos a su jefe de Estado Mayor [Fuad Shukr] y hoy hemos frustrado su plan de ataque”, afirmó.
Múltiples informes de los medios indicaron que la inteligencia estadounidense había ayudado a frustrar el ataque de Hezbolá, pero Washington no estuvo directamente involucrado en la operación israelí.
Según el primer ministro israelí, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, “deben saber que este es un paso más para cambiar la situación en el norte y devolver a nuestros residentes a sus hogares de forma segura”.
Nasrallah dijo en un comunicado que la primera fase de su represalia se había “completado con éxito”, añadiendo que Hezbolá evaluaría el impacto de sus ataques y “si el resultado no es suficiente, entonces nos reservamos el derecho de responder en un momento posterior”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sean Savett, dijo que el presidente estadounidense, Joe Biden, “está siguiendo de cerca los acontecimientos en Israel y el Líbano”.
“Seguiremos apoyando el derecho de Israel a defenderse y seguiremos trabajando por la estabilidad regional”, añadió Savett.
Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en Oriente Medio, desplegando dos grupos de ataque de portaaviones en la región.
Israel y Hezbolá han intercambiado rutinariamente artillería y cohetes transfronterizos desde que comenzó la guerra con Hamás en Gaza en octubre, pero hasta ahora los enfrentamientos no han llegado a un enfrentamiento directo a gran escala.