El ministro del gobierno húngaro advirtió a la UE que el país enviará inmigrantes a Bruselas si el bloque continúa exigiendo que acepte más inmigrantes.
“Si Bruselas quiere inmigrantes, los recibirá”, declaró el jueves en una rueda de prensa el ministro de la Presidencia, Gergely Gulyás. “Les daremos a todos un billete de ida si la UE hace imposible detener la migración en las fronteras exteriores”.
El ministro hizo estas incendiarias declaraciones en referencia a una fuerte multa de 200 millones de euros que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) impuso a Hungría en junio por ignorar repetidamente las normas de asilo de la UE.
En aquel momento, el primer ministro Viktor Orbán calificó la decisión del tribunal de “escandalosa e inaceptable”.
“Parece que los inmigrantes son más importantes para los burócratas de Bruselas que sus propios ciudadanos europeos”, afirmó.
Los comentarios que hizo Gulyás el jueves sugieren que poco ha cambiado respecto a la opinión de Orbán sobre la sentencia del TJUE.
“Bruselas quiere obligarnos a dejar entrar a los inmigrantes a cualquier precio”, afirmó.
El ministro acusó a la UE de hipocresía por haber adoptado supuestamente el uso de las llamadas “zonas de tránsito” para detener a los solicitantes de asilo. “Hungría ha sido condenada por la misma práctica y está siendo multada con fuertes multas”, afirmó.
También dijo que la protección de las fronteras exteriores de Schengen es un problema que afecta a toda Europa, no sólo a Hungría, y que Budapest no recibe recursos adicionales para proteger la frontera.
Hungría comparte frontera con Serbia y Ucrania, dos países que no pertenecen a la UE ni al espacio Schengen, y el gobierno húngaro está estudiando vías legales que podrían obligar a la Comisión Europea a cubrir algunos de los costes de seguridad de la frontera.
La disputa sobre asilo entre Hungría y la UE se remonta a diciembre de 2020, cuando el TJUE dictaminó por primera vez que el acceso limitado de Hungría a los procedimientos de asilo para quienes buscan protección internacional en el país hacía “prácticamente imposible” presentar solicitudes.
El tribunal reprendió a Hungría por mantener ilegalmente a solicitantes de asilo en “zonas de tránsito” en condiciones que equivalían a detención y violaban su derecho a apelar.
La decisión húngara de rechazar la sentencia del TJUE de 2020 llevó al tribunal a imponer hace dos meses una multa astronómica. Los jueces afirmaron que Hungría estaba “ignorando el principio de cooperación leal” y “evadiendo deliberadamente” la aplicación de la legislación de asilo de la UE.
La sanción también incluía una multa diaria de un millón de euros por cada día de retraso en adecuar a Hungría a la legislación de la UE.