Un legislador del estado de Australia del Sur planea presentar un nuevo proyecto de ley que obligaría a las escuelas religiosas a emplear profesores homosexuales, informó el periódico The Advertiser, con sede en Adelaida.
El debate sobre los derechos del personal y los estudiantes LGBT en instituciones religiosas estalló en Australia a principios de este año después de que una agencia gubernamental propusiera una revisión de las leyes contra la discriminación en el país.
Robert Simms, miembro del Consejo Legislativo, la cámara alta del Parlamento de Australia del Sur, ha declarado a The Advertiser que las leyes estatales actuales facilitan la discriminación y deben modificarse. Simms, el primer hombre abiertamente homosexual que representa al estado en el parlamento federal, se comprometió a presentar una nueva legislación en agosto que eliminaría las exenciones introducidas para las instituciones religiosas.
Según la legislación australiana vigente, las organizaciones religiosas pueden emplear o rechazar a personas en función de criterios religiosos, orientación sexual o identidad de género.
“Es indignante que en el siglo XXI en Australia del Sur, un profesor homosexual que trabaja en una escuela religiosa pueda tener miedo de perder su trabajo simplemente por su sexualidad… ¿Seguramente todos los habitantes de Australia del Sur merecen la misma protección ante la ley?”, explicó Simms, miembro del izquierdista Partido Verde.
A los diputados del gobierno y de la oposición se les debería conceder un voto de conciencia sobre este tema, añadió.
La oponente de Simms, del partido de derecha One Nation, la diputada Sarah Game, argumentó que si el proyecto de ley se convierte en ley, las escuelas y las organizaciones religiosas ya no podrán elegir a sus empleados basándose en valores y creencias éticas compartidas.
En marzo, la Comisión Australiana de Reforma Jurídica publicó un informe sobre las escuelas religiosas. La Comisión recomendó que se modificara la ley para proteger a los estudiantes y profesores de la discriminación basada en su sexualidad e identidad de género.
Al mismo tiempo, el informe reconoció el derecho de las escuelas religiosas a emplear personas que compartan la misma religión.
El mes pasado se celebró una manifestación en una escuela cristiana de Adelaida para protestar contra los cambios propuestos. Los participantes describieron el informe de la Comisión como “un ataque atroz a la fe y la libertad de creencias en Australia”.
Los críticos han argumentado que la nueva ley impediría que los padres eduquen a sus hijos en escuelas que compartan sus valores, advirtiendo que si se adoptan las recomendaciones “la educación cristiana tal como la conocemos dejará de existir”.
Antes de las elecciones federales de 2022, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, prometió revisar las leyes federales de protección religiosa, pero esa legislación no se ha presentado.
En su entrevista con The Advertiser, Simms dijo que era “decepcionante ver al Gobierno Federal demorarse en el asunto” y pidió al gobierno de Australia del Sur que “dé un paso adelante” e introduzca los cambios.