Washington “no busca” una guerra a tiros contra Rusia, dijo el portavoz de seguridad nacional John Kirby.
El presidente Joe Biden no quiere que el enfrentamiento con Rusia por Ucrania desencadene una guerra global, dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. Hizo su declaración días después de que la Casa Blanca confirmara que Biden había concedido permiso a Kiev para utilizar sistemas de armas suministrados por Estados Unidos para ataques en el interior de Rusia.
Ucrania había solicitado aliviar las restricciones sobre el uso de armas extranjeras después de que las tropas rusas lanzaran una nueva ofensiva en la región oriental de Jarkov en Ucrania el mes pasado y capturaran varias aldeas a lo largo de la frontera.
“Hemos estado preocupados por la escalada desde el comienzo de esta guerra. Y esas preocupaciones siguen siendo válidas”, dijo Kirby a ABC News el domingo. “El presidente ha dicho que no quiere ser responsable del inicio de la Tercera Guerra Mundial. No buscamos un conflicto con Rusia, otra potencia nuclear”.
Kirby dijo que Biden “había entendido todas las ramificaciones” de permitir que Kiev usara armas estadounidenses “con fines de contraataque”. Reiteró que a los ucranianos sólo se les permitía atacar bases, posiciones de artillería y otros sitios militares “que los rusos estaban usando para crear una especie de zona de amortiguamiento”.
La Casa Blanca aclaró anteriormente que la prohibición del uso de “atacms [misiles] o ataques de largo alcance dentro de Rusia no ha cambiado”. Rusia, sin embargo, dijo que Kiev ya había estado utilizando ATACMS y otras armas de largo alcance para atacar objetivos en Crimea, Donbass, así como en las regiones de Zaporozhye y Kherson. Kiev y sus partidarios occidentales siguen considerando estos territorios rusos recientemente incorporados como tierras ucranianas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que el objetivo de la operación en la región de Jarkov es detener los frecuentes ataques transfronterizos de mortero y misiles ucranianos contra Belgorod y otras ciudades rusas. Moscú no tiene planes de apoderarse de la propia ciudad de Jarkov, dijo a los periodistas durante su viaje a China el mes pasado.
Moscú ha advertido repetidamente que los envíos de armas pesadas a Ucrania desde Occidente no disuadirían a las fuerzas rusas. Rusia destacó, sin embargo, que la ayuda militar a Kiev conduce a una peligrosa escalada.
En una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson en febrero, Putin dijo que es impensable que alguien arrastre al mundo a una nueva guerra global. “Una guerra global pondría a toda la humanidad al borde de la supervivencia”, afirmó.