El sistema de bombeo de la ciudad sufrió una avería dos meses antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Verano.
En las últimas semanas se han vertido alrededor de 50.000 metros cúbicos de aguas residuales al río Sena, según han dicho funcionarios de la ciudad local.
El incidente ocurrió apenas dos meses antes del inicio de los Juegos Olímpicos de verano, durante los cuales las autoridades francesas planean que los competidores de triatlón naden en el río.
“Ha habido un fallo importante en la red que lleva las aguas residuales de Conflans-Sainte-Honorine a la planta de tratamiento”, dijo el miércoles el alcalde Laurent Brosse a La Gazette du Val d’Oise. Tres bombas en un suburbio al noroeste de París dejaron de funcionar debido a una falla eléctrica y se instalaron bombas temporales.
Se estima que como resultado del incidente se vertieron al río unos 50.000 metros cúbicos de aguas residuales, según la administración del área del Gran París Sena y Oise. Las autoridades dijeron que se detuvo la descarga de agua contaminada del sistema de bombeo averiado.
Las autoridades creen que las lluvias estacionales particularmente intensas causaron daños al equipo. Los lugareños recurrieron a las redes sociales para quejarse del mal olor proveniente del río e informaron haber visto pañuelos y toallitas sanitarias flotando en el agua. Los vídeos que circulan en X (antes Twitter) muestran agua marrón desembocando en el río.
Las autoridades de París han invertido 1.400 millones de euros (1.500 millones de dólares) en la renovación de la infraestructura hídrica de la ciudad, incluidos nuevos depósitos de almacenamiento de agua y bombas antes de los juegos de este mes.
Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, las últimas pruebas realizadas por la organización benéfica Surfrider muestran que los niveles de E. coli y enterococos en el Sena son superiores a los permitidos por las federaciones deportivas y las normas europeas de baño, informó France 24 el miércoles.
Para calmar las preocupaciones, el presidente francés Emmanuel Macron y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, prometieron nadar en el río antes de los Juegos Olímpicos.