Las autoridades israelíes controlan hoy el 88 por ciento de las fuentes de agua en la ocupada Cisjordania y permiten a los colonos tener acceso libre y sin obstáculos al líquido, denunció una fuente oficial palestina.
La Comisión de Resistencia al Muro y a la Colonización destacó en un comunicado que diversos estudios internacionales demostraron que los colonos judíos consumen nueve veces y media más agua que los palestinos como promedio.
El texto precisó que la cantidad de agua disponible para los palestinos en la Ribera Occidental asciende a 105 millones de metros cúbicos, 13 millones menos a lo pactado en los Acuerdos de Oslo de 1995, aunque desde entonces la población aumentó.
El plan para apoderarse de los manantiales es una de las herramientas para expropiar más tierras, alertó.
La Sociedad Palestina de Hidrología cifró en 714 la cantidad de manantiales en Cisjordania, 350 de ellos permanente y el resto estacionales.
Israel afirma que trata a esas fuentes como sitios ambientales que deben ser preservados y protegidos, pero en realidad intenta privar a los palestinos de sus beneficios, afirmó la Comisión.
Tras la reducción o eliminación de la presencia palestina, los colonos comienzan a convertir los manantiales en atracciones turísticas para apoyar su infraestructura y presencia en la zona, criticó.
Asimismo, cuestionó los sistemáticos ataques contra las líneas de suministro de agua que abastecen a las aldeas y ciudades palestinas.