La Cancillería venezolana refuta enérgicamente las acusaciones sin fundamento del informe de la ONU sobre la situación de los DD.HH. en el país suramericano.
Mediante un comunicado publicado este lunes por el canciller Yván Gil, el Gobierno venezolano del presidente Nicolás Maduro ha expresado su “más categórico rechazo” al informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas por el último informe de la denominada ‘Misión Internacional Independiente de Determinación de los hechos’ sobre el país suramericano.
Según la nota, este documento presentado es un “informe panfletario”, en el que se hacen “insólitas acusaciones falsas y sin fundamento”.
“La destemplada presentación del informe, es parte de la estrategia que se pretende continuar contra Venezuela para mancillar su imagen y legitimar la imposición de criminales e ilegales medidas coercitivas unilaterales a partir, esta vez, del uso selectivo, instrumentalizado, falso y manipulado de la situación de los derechos humanos en el país”, se lee en el texto.
El informe, tal como detalla la Cartera, sigue la misma suerte de documentos similares presentados con anterioridad, que “sin sustento metodológico ni conocimiento” de la realidad del país pretende seguir atacando a las instituciones venezolanas como parte de la política criminal e injerencista de “cambio de régimen” que impulsan EE.UU. y sus aliados.
Estas acusaciones se producen, mientras que Caracas ha reiterado en varias ocasiones que continuará cooperando con el Consejo de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado sobre el estricto apego a los principios de objetividad, imparcialidad y no injerencia en los asuntos internos.
La misión en cuestión fue creada en septiembre de 2019 para evaluar presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas en Venezuela desde 2014.