El Gobierno iraní ha confirmado que está manteniendo conversaciones indirectas en Omán con altos representantes estadounidenses para intentar contener una expansión regional de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás, que en abril atravesó un momento álgido con la ejecución del primer ataque directo de Irán contra territorio israelí.
Las negociaciones, que tuvieron lugar esta semana, según fuentes del portal Axios, han sido finalmente confirmadas por el representante iraní ante Naciones Unidas, Saeed Iravani, en comentarios recogidos por la agencia semioficial de noticias iraní Mehr.
“Estas negociaciones son un proceso constante. No han sido las primeras ni serán las últimas”, ha explicado, sin dar más detalles sobre las que sí han sido las primeras conversaciones de este tipo desde que Irán lanzara el ataque de abril contra Israel.
La operación consistió en los disparos de unos 350 proyectiles entre drones y misiles, hacia una base aérea israelí desde la que supuestamente partió un ataque previo contra el consulado iraní en Damasco, que mató al comandante de las Guardias Revolucionarias de Irán para Líbano y Siria, Muhamad Reza Zahedi. Irán describió su contraataque como un éxito, pero según Tel Aviv la inmensa mayoría de los proyectiles fueron interceptados.
Las fuentes de Axios informaron de que la representación estadounidense estuvo encabezada por el asesor de la Casa Blanca para Oriente Próximo, Brett McGurk, y el enviado en funciones para Irán, Abram Paley. El formato de las conversaciones, añaden fuentes del ‘New York Times’, fue similar al de la última ronda mantenida en enero, también en Omán: los estadounidenses en una habitación, los iraníes en otra, y mediadores omaníes actuando de vaso comunicante entre ambas.
Las conversaciones se centraron en “aclarar las consecuencias de las acciones de Irán”, así como las de sus milicias afines en la región, especialmente Hezbolá en Líbano, implicada en constantes cruces de artillería con Israel desde el estallido de la guerra de Gaza, y también abordaron las preocupaciones de Estados Unidos sobre el estado del programa nuclear de Irán.