Los desplazamientos masivos desde Sudán, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo hacia Uganda impactan hoy en la respuesta de la ONU en este país que recibe a quienes huyen de la violencia.
De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), cerca de dos mil 500 personas llegan a Uganda cada semana mientras intentan alejarse de los conflictos y sus consecuencias en la región.
El alto flujo impacta en la política de puertas abiertas de ese país que enfrenta ahora una presión significativa sobre los servicios de protección y asistencia brindados a los desplazados y sus comunidades de acogida.
Ese contexto pone en riesgo el sólido régimen de protección y el modelo de respuesta a los refugiados de Uganda, advirtió la Acnur al insistir en la necesidad de fortalecer el apoyo de los donantes y aliviar la situación de las personas obligadas a abandonar sus hogares.
La Agencia urgió además a respaldar el compromiso de Uganda con la protección de los refugiados.
Según esa entidad, la mayoría llega sobre todo República Democrática del Congo y Sudán del Sur aunque en la última etapa se reporta un número cada vez mayor de sudaneses que buscan seguridad de una guerra que ya se extiende por más de un año.