El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, denunció hoy los vínculos de los implicados en la trama de corrupción Pdvsa-Cripto con personajes de la extrema derecha nacional, residentes en el exterior
En rueda de prensa desde la sede del Ministerio Público, el alto funcionario certificó de manera absoluta que se trató de una conspiración política aliada a la corrupción petrolera de esta mafia, a la cabeza de la cual identificó al ahora detenido e imputado exministro de Petróleo Tareck El Aissami.
Como su mano derecha y enlace con el resto de los implicados y para hablar con estos factores mencionó al empresario Samark López, quien fue capturado el mismo día que el también expresidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela y el exministro de Economía y Finanzas Simón Alejandro Zerpa.
Detalló que estos tenían vínculos con los opositores residentes en el exterior Julio Borges, Leopoldo López, Carlos Ocaris y Carlos Vecchio, quienes a su vez mantenían contacto permanente con el exembajador estadounidense en Caracas James Story.
El titular del Ministerio Público expresó que Story era enlace de la potencia extranjera para “vincularnos con esta acción criminal contra nuestro país”.
Enfatizó en cómo no era solo corrupción moral y mental, sino también la corrupción política e ideológica que “los llevó a aliarse con los peores enemigos de la patria”, los que promovieron sanciones contra la nación, que, dijo, se están acercando a mil.
El Aissami y todo el conglomerado de corruptos tenían esos enlaces con Story y el funcionario estadounidense Rafael Foley, quienes eran la línea directa con Estados Unidos para “favorecer, proteger y desarrollar este plan tan terrible que le ha causado un daño incalculable a la nación venezolana”, manifestó.
Saab remarcó que quedó claro que “tenían el plan en marcha de disolver el Estado por cualquier vía antidemocrática”, ya sea a través de la violencia o con la imposición de sanciones.
Desde Pdvsa-Cripto pretendían ejecutar un plan que nos iba a “tener en llamas”, para la toma del poder político por la fuerza, insistió.
El Fiscal General comentó que estos individuos -además de vender el petróleo en el mercado sin que fuesen registrados los ingresos- las ganancias se distribuían entre todos los involucrados, se cobraban comisiones y los fondos eran utilizados para la especulación financiera.
Recalcó que el objetivo era implosionar la economía, destruir la moneda nacional, llevar a su enésima potencia el dólar paralelo, quebrar el plan de recuperación económica, y todo unido a la conspiración política.
Saab informó de la detención de 66 implicados en esta operación iniciada el pasado año, 14 de ellos en la segunda fase que comenzó el 9 de abril y todos metidos en la conspiración política, y no descartó que en esta última trama existan otros factores extremistas vinculados.