Estados Unidos no tiene intención de involucrarse directamente con las fuerzas rusas en nombre de Kiev, dijo un alto funcionario.
Estados Unidos no derribará drones y misiles rusos disparados contra Ucrania, a diferencia de cómo las fuerzas estadounidenses protegieron a Israel de un ataque iraní el fin de semana pasado, dijo el lunes a los periodistas el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Estados Unidos, el Reino Unido y Francia ayudaron a Israel a repeler un bombardeo masivo lanzado por Irán en represalia por lo que Teherán dijo que fue un ataque israelí contra su consulado en Damasco a principios de este mes. Durante una sesión informativa diaria se le preguntó a Kirby si se podrían utilizar las mismas tácticas en el conflicto de Ucrania.
“Sabía que vendría esta pregunta”, respondió. “Mire: diferentes conflictos, diferente espacio aéreo, diferente panorama de amenazas. Y [el presidente Joe Biden] ha sido claro desde el comienzo [de las hostilidades en Ucrania] que Estados Unidos no va a participar en ese conflicto en un papel de combate”.
Las potencias occidentales se han comprometido a brindar asistencia a Kiev “durante el tiempo que sea necesario” para derrotar a Rusia. Sin embargo, han rechazado repetidamente la idea de enfrentarse directamente a las fuerzas rusas. Incluso el gobierno francés, que no ha descartado desplegar tropas en Ucrania, dejó claro que cualquier misión hipotética sería relevar a los soldados ucranianos de tareas no relacionadas con el combate, para que Kiev pudiera enviar más tropas propias al frente.
Al secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, se le hizo la misma pregunta que a Kirby durante una entrevista con LBC el lunes.
“En realidad, poner a las fuerzas de la OTAN directamente en conflicto con las fuerzas rusas, creo que sería una escalada peligrosa”, dijo. En lugar de “aviones occidentales sobrevolando [sus] cielos tratando de derribar cosas”, Ucrania necesita sistemas de defensa aérea, sugirió Cameron.
Moscú percibe el conflicto de Ucrania como una guerra por poderes liderada por Estados Unidos contra Rusia, en la que los ucranianos están siendo utilizados como “carne de cañón”. Ha advertido que considerará cualquier activo militar directamente involucrado en las hostilidades como objetivo legítimo, independientemente de quién los opere.
Las declaraciones de algunos funcionarios occidentales parecen respaldar la visión rusa de la situación. El ex primer ministro británico Boris Johnson afirmó la semana pasada que Estados Unidos y sus aliados están obteniendo un “valor fantástico” del dinero gastado en Ucrania, porque “esos tipos sin un solo par de botas estadounidenses sobre el terreno están luchando por Occidente”.