El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha advertido este miércoles de que México no aceptará deportaciones por la “draconiana” ley migratoria del estado de Texas, que permite a las fuerzas de seguridad fronterizas arrestar a migrantes irregulares que ingresen a territorio estadounidense desde México.
“Nosotros no vamos a aceptar deportaciones del Gobierno de Texas y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, ha señalado en una rueda de prensa, agregando que la legislación es “completamente contraria a los Derechos Humanos”.
Asimismo, el presidente mexicano ha resaltado que a “quienes aplican estas medidas injustas” les gusta rezar, si bien “se les olvida” también “que en la Biblia se habla de tratar bien al forastero”, según ha recogido el diario ‘El Universal’.
“Todavía no está definido un día. La Corte federal dice que no procede y al día siguiente dice que sí y luego en la tarde noche volviera a negar la autenticidad de la ley”, ha criticado, aludiendo así al desafío legal al que se enfrenta la polémica ley migratoria.
Sus palabras se producen después de que el Tribunal Supremo estadounidense levantara el bloqueo a la ley migratoria, si bien la corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos la volvió a suspender horas más tarde.
La ley promulgada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en diciembre de 2023 –conocida como SB4–, castiga con hasta 180 días de cárcel y una multa de hasta 2.000 dólares cruzar al estado de forma ilegal. El reingreso se tipificó como un delito grave castigado entre dos y 20 años de cárcel, dependiendo de los antecedentes del migrante.
Esta medida es un nuevo esfuerzo de Texas para desafiar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en materia migratoria. Abbott mandó transportar en autobuses a decenas de miles de migrantes a ciudades gobernadas por demócratas, como Chicago o Nueva York.