Más de una docena de personas han muerto y miles han resultado heridas durante el Chaharshanbe Suri anual de Irán, o festival del fuego, informó el miércoles la agencia de noticias ISNA, citando datos de la Organización Nacional de Emergencias Médicas (NMEO).
El festival se celebra todos los años antes del Nowruz, el año nuevo iraní, que comienza el 21 de marzo. Tradicionalmente se celebra el último miércoles del año, pero las festividades suelen comenzar con dos o tres semanas de antelación.
Los datos indican que entre el 1 y el 12 de marzo hubo 3.253 heridos y al menos 14 personas murieron. Aproximadamente 100 personas sufrieron heridas leves y fueron atendidas en el lugar, mientras que otras sufrieron quemaduras graves y daños oculares y tuvieron que ser trasladadas a hospitales. Al menos 189 casos requirieron amputaciones de extremidades.
Los iraníes tradicionalmente celebran la festividad saltando hogueras para despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo. Sin embargo, las costumbres modernas también incluyen el uso de fuegos artificiales y petardos, así como materiales incendiarios caseros, lo que a menudo provoca lesiones.
Según el director del NMEO, Jafar Miadfar, las autoridades han creado este año una fuerza especial para reducir el uso de sustancias incendiarias ilegales, y la policía de Teherán vigiló a los contrabandistas y vendedores de dichas sustancias durante unos dos meses antes de las festividades. Como resultado, se confiscaron unos 10 millones de objetos incendiarios.
Sin embargo, el Departamento de Servicios de Seguridad y Bomberos de Teherán recibió cerca de 7.000 llamadas de emergencia de residentes que informaron de explosiones, incendios u otros incidentes relacionados con las festividades sólo el martes, según el portavoz Seyed Jalal Maleki. Un caso involucró a un adolescente que usaba granadas de mano caseras. Los residentes también informaron haber visto personas arrojando materiales incendiarios desde sus balcones o techos de edificios residenciales.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para hacer que el festival sea más seguro, la celebración se cobra un gran número de víctimas cada año. En 2023, el número de heridos superó los 4.300 y 26 personas murieron.