La nación africana ve unirse al grupo como una forma de hacer oír su voz en el escenario mundial, según el ministro de Asuntos Exteriores, Yusuf Tuggar.
Nigeria planea solicitar su membresía en el grupo de países emergentes BRICS una vez que se hayan completado los acuerdos internos necesarios, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Yusuf Tuggar.
El diplomático se encuentra en Moscú esta semana en una visita de trabajo de tres días del 5 al 7 de marzo. El miércoles, Tuggar se reunió con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, para discutir las relaciones bilaterales, así como la agenda regional y global de los países.
Hablando con la agencia de noticias Sputnik sobre una serie de cuestiones, incluida la posible membresía en los BRICS, afirmó: “Tenemos la intención de hacerlo. Como dije antes, Nigeria tiene un sistema democrático deliberativo. Por lo tanto, tiende a haber mucho compromiso con diferentes grupos de interés, diferentes organismos internos antes de que se tome tal acción”.
Tuggar también enfatizó la importancia de la participación del vicepresidente de Nigeria, Kashim Shettima, en la Cumbre BRICS de 2023 en Sudáfrica, y señaló: “Estamos muy interesados en ello. Lo esperamos con ansias”.
En noviembre de 2023, Tuggar reveló que Nigeria buscará unirse a los BRICS en los próximos dos años para garantizar la representación e influencia de la nación en el escenario mundial. También dijo que la nación de África Occidental está abierta a unirse a cualquier alianza que tenga objetivos constructivos y bien definidos.
El grupo BRICS de economías emergentes, que hasta hace poco estaba compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, experimentó una importante expansión en enero de este año cuando se unieron Irán, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Arabia Saudita también ha sido invitada y está lista para convertirse en miembro. Muchos otros estados han expresado interés en unirse; algunos ya han presentado solicitudes formalmente.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), los BRICS representan actualmente hasta el 36% del PIB mundial en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), en comparación con poco más del 30% para el grupo de economías desarrolladas del G7.