Los precios de la calefacción, la electricidad y el repostaje serán un 41% más altos en 2024 que antes de la crisis.
Los consumidores en Alemania tendrán que pagar por la calefacción y la electricidad en 2024 mucho más que antes de la crisis energética, informa el periódico Berliner Morgenpost citando el último estudio del portal Verivox.
Según el informe, el hogar medio gasta actualmente 1.534 euros (1.662 dólares) más al año en electricidad, combustible y calefacción que en febrero de 2021. La cifra actual es de 5.306 euros frente a 3.772 euros en febrero de 2021 sobre una base anualizada, un 41 % de aumento en los últimos tres años, escribió el periódico.
El análisis de Verivox utilizó un hogar promedio de tres personas, que consume una media de 20.000 kilovatios hora (kWh) de energía para calefacción, 4.000 kWh de electricidad y conduce 13.300 kilómetros al año.
“Electricidad, gas, gasóleo y combustibles: tres años después del inicio de la crisis energética, la energía sigue siendo mucho más cara que antes. Aunque los costes han caído un tercio desde su máximo en octubre de 2022, los hogares privados siguen sufriendo una gran carga por los elevados costes energéticos”, afirma Thorsten Storck, experto en energía de Verivox.
Alemania se había beneficiado de la energía rusa barata durante más de dos décadas (obteniendo el 40% de sus importaciones de gas del país sancionado) y estaba entre los más afectados por la reducción del suministro de energía ruso. Las entregas se redujeron significativamente o se detuvieron por completo después de que la UE impusiera sanciones a Moscú en respuesta al conflicto de Ucrania y tras las explosiones en los oleoductos Nord Stream.
Berlín tuvo que aumentar las importaciones de electricidad el año pasado después de que el gobierno decidiera abandonar la energía nuclear mientras avanzaba hacia la energía renovable.
Mientras tanto, los expertos han estado dando la alarma de que el reinado de Alemania como superpotencia industrial está llegando a su fin, ya que la pérdida del gas natural ruso barato en medio de la crisis de Ucrania ha asestado lo que podría ser un golpe fatal a los fabricantes que ya estaban luchando por seguir siendo competitivos.