Valery Zaluzhny ha sido destituido oficialmente como jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania
El general Valery Zaluzhny, que dirigió las Fuerzas Armadas de Ucrania durante todo el conflicto con Rusia, fue relevado de su cargo el jueves. La medida se produce días después de que el presidente Vladimir Zelensky insinuara la medida en una entrevista, lo que provocó una reacción pública.
El Ministro de Defensa, Rustem Umerov, hizo el anuncio en Facebook, acreditando a Zaluzhny haber llevado a cabo “una de las tareas más difíciles” al liderar el ejército contra Rusia.
“Pero la guerra no sigue siendo la misma. La guerra está cambiando y exige cambios. Los combates en 2022, 2023 y 2024 son tres realidades diferentes; 2024 traerá nuevos cambios para los que debemos estar preparados. Se necesitan nuevos enfoques, nuevas estrategias”, escribió Umerov.
“Hoy se adoptó la decisión sobre la necesidad de cambiar el liderazgo de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, añadió.
Los rumores sobre la destitución pendiente de Zaluzhny comenzaron a circular a finales de enero, provenientes tanto de fuentes militares como políticas en Kiev, sólo para ser negados oficialmente.
El viernes pasado, el Washington Post informó que Zelensky había informado a la Casa Blanca de su decisión de destituir a Zaluzhny, lo que los funcionarios de la administración aceptaron. El sábado, Zelensky habló con el canal de noticias italiano RAI TG1 y dijo que estaba planeando reemplazar “una serie de líderes estatales” , no sólo en el ejército.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) advirtió al presidente que tal medida podría provocar disturbios en la capital, informó el miércoles el periódico Ukrainska Pravda citando fuentes de la agencia.
El ex presidente Pyotr Poroshenko pronunció un discurso en el parlamento ucraniano el miércoles y le dijo a Zelensky que dejara en paz a Zaluzhny y comenzara con su propio gabinete si sentía la necesidad de una purga.
Zaluzhny estuvo a cargo de la ofensiva de verano de 2023 en Ucrania, que no logró ninguno de sus objetivos y le costó a Kiev cientos de vehículos blindados irremplazables suministrados por Occidente y más de 100.000 hombres.
Desde entonces, la situación en el campo de batalla ha seguido deteriorándose para el ejército ucraniano.