Todos, o casi todos, hablan hoy de Telepathy, el revolucionario chip inalámbrico, tan fino como cabello, colocado con éxito en el cerebro humano por Neuralink, compañía del multimillonario sudafricano-estadounidense Elon Musk.
¿El cerebro de los terrícolas lo controlará una computadora algún día?, al parecer esa posibilidad busca la empresa del magnate con este primer implante en una persona que, según el propio Musk, se recupera bien, aunque se desconoce la identidad del paciente.
La empresa alega que el objetivo de momento con este ensayo es conectar cerebros humanos a computadoras y ayudar en tratamiento de afecciones neurológicas complejas ya sea por un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica, que provocan graves daños en la capacidad comunicativa.
Musk, empeñado en impulsar las tecnologías del futuro, ha incursionado en campos tan diversos como la exploración del espacio o el control de la actividad cerebral, a lo que se dedica Neuralink.
«Los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales», afirmó el empresario en su cuenta en X, pero surgen cuestionamientos ya que todavía los detalles del estudio no fueron publicados en ninguna revista científica.
Para el hombre que quiere cambiar el mundo, que piensa: “ya deberíamos haber construido una base permanente en la Luna y en Marte” o que quiere levantar su propia ciudad a su gusto y medida, la pequeña pieza tendría otras aplicaciones que no son médicas.
Además de «desarrollar una interfaz cerebral para devolver la autonomía a quienes hoy tienen necesidades médicas» podría igualmente «desbloquear el potencial humano del mañana».
El pasado año la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su sigla en inglés) autorizó este estudio en humanos, pero no faltan los escépticos y críticos.
La polémica empresa de implantes cerebrales de Musk recibió la denuncia de una organización sin ánimo de lucro con sede en esta capital, denominada Comité de Médicos para una Medicina Responsable.
El grupo responsabilizó a Musk ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos por la agonía y muerte de 12 primates utilizados en la investigación que desarrolló los implantes.
Musk, de 52 años, fundador de Tesla, SpaceX, SolarCity y, ahora director ejecutivo y propietario de la red social X (antes Twitter), es considerado actualmente la persona más rica del mundo y dirige, de forma simultánea, seis empresas.