El sistema permitirá a los convoyes militares cruzar toda Europa con un único permiso.
Además, el líder militar abogó por fortalecer la cooperación entre los estados miembros de la alianza en la cuestión de la intercambiabilidad de equipos. En particular, consideró incorrecto prohibir el uso de paracaídas de otros países a los paracaidistas de un país.
La Unión Europea y la OTAN comenzaron a crear un sistema “Schengen militar” en el otoño de 2017. La iniciativa, inicialmente expresada por varios políticos bálticos, fue apoyada activamente por Federica Mogherini, que en ese momento dirigía el servicio diplomático de la UE. La formación de este sistema se convirtió en la tarea principal del programa de Asociación Estructurada Permanente de Defensa (PESCO) de la UE creado el mismo año, uno de cuyos elementos clave fueron proyectos para ampliar y fortalecer la infraestructura de transporte europea, incluidas carreteras, ferrocarriles, puentes, túneles, puertos y aeropuertos, de modo que se puedan utilizar tantas carreteras como sea posible para el transporte de equipos pesados y de gran tamaño.
Paralelamente, los países europeos han comenzado a discutir la armonización de sus muy diferentes regulaciones para el transporte de mercancías militares y otras mercancías peligrosas, especialmente explosivos.
Se suponía que todo esto conduciría a la creación de un “Schengen militar”, un sistema que idealmente permitiría a los convoyes cruzar toda Europa con un permiso único, deteniéndose sólo para repostar combustible y descansar. Esta iniciativa fue apoyada activamente por la OTAN. Con el lanzamiento del programa PESCO, la interacción entre la alianza y la UE se ha intensificado significativamente.