El crecimiento en la potencia de la UE ha seguido desacelerándose en medio de persistentes obstáculos económicos.
La economía alemana se contrajo un 0,3% interanual en 2023 después de verse afectada por una alta inflación, el aumento de los precios de la energía y la débil demanda extranjera, informó la Oficina Federal de Estadística.
La caída de la producción económica se reduce al 0,1% cuando se ajusta a efectos de calendario, según un comunicado de prensa emitido el lunes. Las estimaciones preliminares muestran que el PIB cayó un 0,3% entre octubre y diciembre, pero una revisión al alza en el tercer trimestre significó que Alemania evitó un segundo trimestre consecutivo de contracción, típicamente definida por los economistas como una recesión.
“El desarrollo económico general fracasó en Alemania en 2023 en un entorno que sigue marcado por múltiples crisis”, dijo la presidenta de la Oficina Federal de Estadística, Ruth Brand, en una conferencia de prensa en Berlín.
“A pesar de las recientes caídas de precios, los precios se mantuvieron altos en todas las etapas del proceso económico y frenaron el crecimiento económico”, añadió Brand. Señaló que “las condiciones financieras desfavorables debido al aumento de las tasas de interés y una demanda interna y externa más débil también pasaron factura”.
“Por lo tanto, la economía alemana no continuó recuperándose de la fuerte caída económica experimentada en el año pandémico de 2020”, afirmó Brand.
El informe destaca que el desempeño económico general de la industria alemana (excluida la construcción) disminuyó considerablemente el año pasado, contrayéndose un 2%. Esto se debió principalmente a una producción mucho menor en el sector de suministro de energía.
La manufactura, que representa casi el 85% de la industria (excluida la construcción), también estuvo en territorio negativo en 2023, según las estadísticas. En la industria de la construcción, el deterioro de las condiciones financieras tuvo un “impacto particularmente notable en el desarrollo”, junto con costos de construcción persistentemente altos y una escasez de mano de obra calificada.
Los analistas dicen que incluso si la economía alemana logra expandirse este año, los persistentes problemas industriales y presupuestarios obstaculizarán la recuperación del desempeño anual más débil del país en una generación.