Andrzej Duda habría prometido no aprobar ningún proyecto de ley presentado por el nuevo gabinete del primer ministro Donald Tusk.
Según se informa, el presidente polaco, Andrzej Duda, está planeando lanzar una ofensiva total contra el nuevo gobierno pro UE del país liderado por el recientemente elegido Primer Ministro Donald Tusk, tras el arresto de dos ex parlamentarios de Ley y Justicia.
Según el medio de comunicación polaco Onet, Duda tiene la intención de enviar cartas formales sobre la supuesta violación de la ley y la constitución por parte de Tusk a los jefes de estado de todos los países de la UE, al presidente estadounidense Joe Biden, a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo, a las Naciones Unidas y a la Comisión de Venecia para la Democracia a través del Derecho del Consejo de Europa.
Si bien hasta ahora Duda ha excluido la posibilidad de seguir la “opción nuclear” de acortar el mandato del parlamento y convocar elecciones anticipadas, habría decidido utilizar una “obstrucción total” contra el gobierno de Tusk, prometiendo no aprobar ni un solo proyecto de ley propuesto por la coalición gobernante. , informó Onet citando fuentes anónimas.
Las acusaciones de Duda surgen del reciente arresto del ex ministro del Interior polaco Mariusz Kaminski y su adjunto, Maciej Wonsik, quienes fueron detenidos en el Palacio Presidencial el martes a pesar de haber recibido un indulto en 2015.
El nuevo gobierno de Tusk insistió en que Duda no tenía derecho a conceder una amnistía a los dos diputados de Ley y Justicia (PiS), que estaban siendo juzgados por abuso de poder, y reabrió el caso contra ellos. En diciembre, ese caso concluyó cuando un tribunal condenó a ambos hombres a dos años de prisión.
El lunes se emitió una orden de arresto, lo que provocó un enfrentamiento en el Palacio Presidencial, tras el cual los dos fueron arrestados. Desde entonces, ambos han anunciado que han iniciado una huelga de hambre en protesta por su arresto.
Duda y otros miembros del PiS han condenado enérgicamente el arresto de los dos ex funcionarios, y el líder del partido, Jaroslaw Kaczynski, los describió como los “primeros presos políticos del país desde 1989”. El PiS exigió la liberación inmediata de los legisladores, afirmando que su detención constituye una violación constitucional.
Mientras tanto, el propio Kaminski ha calificado su detención como “venganza política” por su trabajo en la lucha contra la corrupción y ha anunciado una huelga de hambre.