La reducción provocada por la crisis industrial no es sostenible, advierte un grupo de expertos.
Una caída en la producción industrial y una desaceleración económica en Alemania, la segunda economía más grande de Europa, han causado que las emisiones de carbono caigan a su nivel más bajo en siete décadas, informó un grupo de expertos alemán.
El año pasado, las emisiones de gases de efecto invernadero de Alemania cayeron a 673 millones de toneladas de CO2, lo que representa una caída del 46% en comparación con el año de referencia 1990, su nivel más bajo desde la década de 1950, afirmó Agora Energiewende, un grupo de expertos sin fines de lucro que aboga por la transición energética. en un comunicado de prensa el jueves.
Las emisiones de CO2 estuvieron muy por debajo del objetivo anual establecido en la Ley federal de protección del clima, añadió la organización citando sus cálculos preliminares.
El grupo de expertos mencionó una caída significativa en la demanda de electricidad entre los factores detrás de la reducción. La generación de energía a partir de carbón cayó a su nivel más bajo desde la década de 1960, afirmó.
La “situación económica y las crisis internacionales” también provocaron una disminución de la producción de las empresas que consumen mucha energía, lo que redujo las emisiones de la industria, explicó el grupo de expertos. Según cifras preliminares, la producción con uso intensivo de energía cayó un 11% en 2023, añadió.
Alemania, la potencia económica de la UE, ha experimentado una disminución en la fabricación y en los nuevos pedidos de fábrica en 2023. La economía alemana se contrajo en el segundo y tercer trimestre del año pasado en comparación con 2022, según cifras de la agencia de estadísticas de Alemania, Destatis. El país se ha convertido en la principal economía desarrollada con peor desempeño en los últimos meses.
“Un factor importante en la caída de la producción fue el actual aumento de precios en el mercado europeo del gas debido al cambio del gas barato por gasoducto a más importaciones de GNL”, escribió Agora Energiewende, describiendo el desarrollo como “la crisis de los combustibles fósiles”.
Los países de la UE, incluida Alemania, redujeron drásticamente las importaciones de gas natural, carbón y petróleo de Rusia en 2022 como parte de su campaña de sanciones relacionadas con Ucrania, lo que provocó un aumento masivo de los precios. Desde entonces, los precios de la energía han bajado, pero se mantienen por encima de sus niveles anteriores a la crisis, señala el comunicado.
Según el grupo de expertos, la reducción de emisiones observada en el sector industrial no es sostenible.
“La caída de la producción debido a la crisis energética debilita la base industrial de Alemania. Si las emisiones simplemente se trasladan al extranjero, esto no beneficiará al clima”, afirmó Simon Müller, director de Agora Energiewende Alemania.