El gigante del transporte marítimo reanudará el tránsito por una vía fluvial crucial después de que se anunciara una iniciativa de seguridad multinacional contra los hutíes.
El gigante naviero danés Maersk anunció el domingo que reanudará sus operaciones en el Mar Rojo y el Golfo de Adén después de que una iniciativa de seguridad multinacional desplegara sus fuerzas contra los ataques hutíes.
“La reciente situación de seguridad en torno al Mar Rojo/Golfo de Adén ha hecho que Maersk y otros transportistas detengan, ajusten y desvíen servicios fuera del área en aras de la seguridad. Nuestra máxima prioridad ha sido y siempre será la seguridad de nuestra gente de mar, así como la de su carga en nuestros buques, y todas las medidas de contingencia se han introducido teniendo esto en mente”, dijo en un comunicado.
“A partir del domingo 24 de diciembre de 2023, hemos recibido confirmación de que la iniciativa de seguridad multinacional previamente anunciada Operación Guardián de la Prosperidad (OPG) ahora se ha configurado y desplegado para permitir que el comercio marítimo pase a través del Mar Rojo/Golfo de Adén y una vez volver a utilizar el Canal de Suez como puerta de entrada entre Asia y Europa. Esta es una noticia muy bienvenida para toda la industria y, de hecho, para la funcionalidad del comercio global”, añadió.
El grupo rebelde hutí de Yemen, respaldado por Irán y oficialmente conocido como Ansar Allah, ha intensificado significativamente su participación en el conflicto en la Franja de Gaza.
El grupo ha advertido que atacará todos los barcos con destino a Israel en el Mar Rojo, una de las rutas marítimas más utilizadas en el mundo para envíos de petróleo y combustible, en un intento por apoyar a los palestinos mientras enfrentan la agresión y el asedio de Israel en Gaza.
Las mayores empresas de contenedores del mundo suspendieron sus operaciones en la región la semana pasada.
Tras los ataques hutíes, Estados Unidos anunció la semana pasada la creación de una misión multinacional para contrarrestarlos.
En una declaración, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que la escalada de ataques amenazaba el libre flujo del comercio, ponía en peligro a marineros inocentes y violaba el derecho internacional.