Las labores de rescate y socorro continúan hoy en las provincias del noroeste de China afectadas tras el sismo de magnitud 6,2 que dejó al menos 127 muertos.
De acuerdo con las últimas informaciones, las operaciones de búsqueda se mantienen en medio de numerosas réplicas y temperaturas de -10 grados celsius, lo que dificulta el trabajo de los especialistas.
La prensa local reporta 113 muertos en la provincia de Gansú y 14 en Qinghai, además de cientos de heridos que se atienden en el lugar, en centros de salud cercanos o en hospitales.
Autoridades y la Cruz Roja de China enviaron suministros de socorro, incluidos abrigos, edredones, camas plegables, comida, tiendas de campaña y estufas a la zona afectada por el desastre para garantizar las necesidades básicas de las víctimas.
Con anterioridad el presidente chino, Xi Jinping, orientó acelerar los esfuerzos de rescate luego del terremoto y a monitorear de cerca los cambios climáticos para evitar desastres secundarios, en medio de la ola de frío que afecta varias regiones del país.
El gobierno central asignó 200 millones de yuanes (unos 28,18 millones de dólares) de fondos para apoyar las labores de socorro.
Los ministerios de Gestión de Emergencias y el de Finanzas destinaron 150 millones de yuanes a Gansú y el resto a Qinghai.
Según la Comisión Nacional de Salud, especialistas a nivel nacional en cuidados intensivos, ortopedia, neurocirugía y cirugía general de hospitales de Beijing y Sichuan (sur) se trasladaron al condado de Jishishan, donde se reportaron los mayores daños.