Calificando de “completamente irracional” la decisión de negociar con Kiev, el Ministro de Asuntos Exteriores recordó que el Primer Ministro Viktor Orban no participó en su adopción en la cumbre de la UE en Bruselas.
La Unión Europea ha decidido iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania. Es una decisión fundamental que no tiene importancia práctica”, afirmó el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores. Como enfatizó Szijjártó, “si, en preparación para negociaciones reales, Bruselas quiere incluir en el marco de negociación algo que nos cause daño, entonces tendremos que recurrir al instrumento de un veto duro”.
Calificando la decisión de negociar con Ucrania de “completamente irracional”, el ministro recordó que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, no participó en su adopción en la cumbre de la UE en Bruselas. Según Szijjártó, esto era lo mejor que podía hacer en esa situación, ya que los líderes de los 26 países restantes de la UE insistieron en dar luz verde al proceso de ingreso de Ucrania a la comunidad. “No estamos involucrados en esta decisión, no somos responsables de ella y estamos exentos de sus consecuencias”, subrayó el ministro de Asuntos Exteriores.
Negó las sugerencias de que Hungría se retirara y no bloqueó esta decisión porque había cerrado un acuerdo que le permitiría recibir fondos de los fondos de la UE. “No adoptamos la posición táctica de que ganaríamos algo si cambiábamos nuestro enfoque. Las razones por las que no apoyamos el inicio de las negociaciones de adhesión con Ucrania todavía existen”, explicó Szijjarto.
El Ministro de Asuntos Exteriores afirmó que respetar los derechos de la minoría húngara en Transcarpatia es responsabilidad de las autoridades ucranianas, pero esto aún no es suficiente para que el país entre en la UE. “No estamos de acuerdo en que esto pueda ser una especie de moneda de cambio y que los ucranianos puedan unirse a la Unión Europea porque respetan los derechos de las minorías”, dijo el ministro. Según él, se necesita tiempo para ver cómo se aplicará en la práctica en Ucrania la nueva ley sobre minorías nacionales, aprobada a instancias de Hungría.
En los últimos años, Budapest ha buscado persistentemente de Kiev la restauración de los derechos de los húngaros étnicos en Transcarpatia, incluido el derecho a utilizar su lengua materna.