Aún no se ha tomado la decisión final, escribe el periódico.
Según sus informaciones, a mediados de noviembre las Fuerzas de Defensa de Israel completaron la instalación de cinco estaciones de bombeo cerca del campo de refugiados de Al-Shati; las instalaciones son capaces de bombear agua desde el mar Mediterráneo e inundar los túneles en unas pocas semanas.
Las autoridades israelíes aún no han tomado una decisión final sobre tal paso; las opiniones en la administración del presidente estadounidense Joe Biden, a quien Tel Aviv informó sobre tal posibilidad, también están divididas.
Teniendo en cuenta que el grado de impermeabilidad de los túneles no está claro, señala la publicación, es casi imposible calcular el impacto de un intento de inundarlos en el suelo y las aguas subterráneas, o saber qué pasará con el suministro de agua y el alcantarillado. sistema en el enclave. Además, existe la posibilidad de que, como resultado de las inundaciones, las sustancias peligrosas que probablemente se encuentren en los túneles entren al suelo.
Como señala The Wall Street Journal, algunos ex funcionarios estadounidenses creen que tal medida podría poner a Biden y su administración en una situación difícil y conllevar la condena del mundo entero. Además, en el tiempo que lleve inundar los túneles, los militantes que se esconden allí podrán salir de ellos.
Según un ex funcionario de la CIA, señala el periódico, la inundación de los túneles a largo plazo puede obligar a Hamás a abandonarlos, pero si se vierte agua salada en ellos, “esto podría empeorar la crisis humanitaria” en el enclave.