El primer satélite espía militar de fabricación nacional de Corea del Sur fue lanzado el viernes, en un momento de intensas tensiones con su vecino del norte.
El dispositivo, transportado por un cohete SpaceX Falcon 9, fue lanzado desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. Fue puesto en órbita con éxito y está funcionando con normalidad, dijo el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, citado por la agencia de noticias Yonhap.
El satélite es capaz de detectar objetos de hasta 30 centímetros (11,8 pulgadas) de ancho, dijo Yonhap.
Hasta ahora, Seúl había dependido de los satélites comerciales y militares estadounidenses para obtener imágenes de alta resolución. El lanzamiento proporciona al ejército surcoreano “sus propias capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento”, dijo un funcionario del Ministerio de Defensa.
El lanzamiento se produjo menos de dos semanas después de que Corea del Norte pusiera en órbita su primer satélite espía, Malligyong-1. Pyongyang también informó que su nuevo activo espacial funcionaba con normalidad y afirmó que ya había fotografiado la Casa Blanca, el Pentágono y varias bases navales estadounidenses.
La agencia de noticias estatal KCNA de Pyongyang emitió un comunicado el sábado, advirtiendo a Estados Unidos que cualquier “hostilidad” hacia el satélite sería tratada como “una declaración de guerra”.
Washington condenó el lanzamiento de Corea del Norte, argumentando que violaba la prohibición internacional sobre la tecnología de misiles balísticos de Pyongyang. Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur impusieron nuevas sanciones a Corea del Norte esta semana, citando “actividades ilícitas y desestabilizadoras”.